mercredi 20 juin 2007

Corrales

Son las viudas negras
crucificadas
por el cielo
Sus hocicos soplan furias
torrentes de tormenta
perdigones de furor
Parecen estúpidos y desnudos
en su prisión de piedra
Conocieron la llanura inmensa
la libertad sin alambradas
el salvajismo desgrañado
Solo les quedan las paredes y los sudores
de albañiles
flacos
su comida una cebolla
el vino claro en su glotis de pavo
Las nubes lloronas han lavado los carrillos
de su pasado
Un camión los ha bamboleado
Mañana la luz los asesinará
Están perdidos
Indios en el metro
La tierra sigue tiritando de sed
Mean
como vacas
Hasta sus proprias sombras les meten miedo
Portazos con ruidos de chatarra
Se cascan las voces
Silbidos calman y engañan
Recuerdo de galopes
Nostalgia de caballos
esos amigos esos traidores
Desamparo de abandonados
Espanto reunido de manada
El blanco de los muros es duro
La cal es viva en el ojo negro que busca
al olivo
y el alionén azul de una primavera
de alfalfa
Una mujer en el balcón entre dos tiestos
de geranios
sangrientos
observa su miseria
como un guisado cocido a fuego lento
del sol tan blanco como la leche de aquella
vaca
allí
en el país de la menta salvaje
de la yerba buena
entre la encina y el zarzal
La vaca madre de libertad
La prisión de los corrales
tan sólo es una puesta en vigilancia
Miradnos gorras
y sombreros cordobeses
Sorteadnos
A nosotros los ángeles asesinos locos de luz
A nosotros la viudas huevudas
destinos sombríos
Y nuestra vaca madre bajo la luna
de los grillos
en el fondo de un barranco
ametrallado de estrellas
de un mugido lastimero
de una ubre seca
anunciará la pena de las que ven partir
a sus hijos
a la guerra

Patrick ESPAGNET
(traduction de Marcel Antoine Bilbao)
Editions Loubatières

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